miércoles, 22 de agosto de 2007

En el 'tren' con Sanz


MIAMI - Sobre la mesa de la sala se encuentran unas fotografías con su hija Manuela y otra con su padre, don Jesús. Desde el ventanal, se ve su querido bote al que ha rebautizado con el nombre de Taranta (antes se llamaba Bulería, pero la asociación con el tema de Bisbal lo orilló a cambiarlo).

Estamos en casa de Alejandro Sanz, en donde el cantautor nos recibe para hablarnos de su nueva producción titulada "El Tren de los Momentos".

Su minimalista propiedad está en reconstrucción. Hay gente trabajando en la edificación de su nuevo estudio, "Coraje". Y es justo así como se percibe Álex, desde su cálido saludo, como un hombre que con determinación se reconstruyó a pesar de las trampas de la vida, y que se exorcizó a través de 10 temas a los que bien vale la pena darle una atenta sesión de escucha.

Un vagón en reversa

En la primera escuchada, "El Tren de los Momentos" se percibe como el disco musicalmente más experimental de Alejandro. Hay tambores, trompetas, algo de bolero, un poco de latin jazz, pareciera que el madrileño tuviera una gran necesidad de salirse de su propio esquema. Curiosamente, las canciones de esta producción -a diferencia de sus discos anteriores-, han sido las menos 'pedigüeñas'.

"No les dí todo lo que pidieron, las castigué un poco", dice con su característica sonrisa "los arreglos de este disco son mucho menos que en los demás. Lo que sí es que, si tú pones por un lado el bajo, por otro la guitarra y por otro el piano, cada uno está haciendo su propia melodía, cada uno tiene su propio papel y podrían estar sonando solos".

"Y eso es lo que he buscado, no llenar los arreglos de una masa de sonidos que no te permitan que haya aire, que no haya respiración o que no haya silencio. El silencio para la música es muy importante, y hasta que no aprende uno eso, uno crea bloques que hacen que sea imposible que uno se acerque a la canción".

El que "El Tren de los Momentos" sea más facil de accesar que sus últimas producciones, quizá responde también a que este 'tren' fue compuesto de la manera menos ortodoxa posible... en reversa. Primero la música, después las palabras.

"Bueno, realmente hice algo mucho más complejo que eso, no escribí ni una sola palabra. Sólo improvisé sobre una base rítmica que yo mismo creé. Una base en un bajo y baterías programadas, y sobre eso improvisé con pianos y guitarras. Me puse a trabajar en las letras al mismo tiempo que creaba la música.

"Entonces, de esa forma, las frases encajan en la música y salen perfectas, porque no tienes que pasarlas en un papel, adornarlas y luego devolverlas a la canción. Fue un proceso mucho más complicado y sobre todo, tienes que estar en un proceso de inspiración bueno".

¿Es un disco que viene totalmente de la inspiración, o también tienes la disciplina de 'hoy tengo que sacar esta canción y ni modo'...?
"Mi disciplina es que puedo trabajar 14 a 16 horas diarias. No tengo ningún problema con eso. Mi disciplina es que hasta que la canción no me emociona, no paro. Lo que digan las letras tiene que ser verdad. No puedo mentir, porque si me miento, me crece la nariz".

Los pasajeros del tren


A todos nos pasan tristezas en la vida, y muchas veces los seguidores de un artista ignoramos u olvidamos que ellos, como nosotros, no están exentos del dolor. Alejandro recientemente perdió a su padre y atravesó por un divorcio. Evidentemente, la lírica de este 'tren' sale del bagaje de un hombre que no se puede desconectar de sus vivencias, pero para él, lo importante es que el escucha componga su propia versión de sus canciones.

"Obviamente me han pasado cosas. Es decir, no puedes escribir si no te ha pasado nada. Si no me pasara nada puedo escribir canciones simples, bailables, apretadito... ... yo creo que lo importante es lo que tú decías al principio, que cada uno termine de componer las canciones. El que escucha también compone.

"No creo que sea importante lo que uno vivió, sino para qué le sirven las canciones al que escucha. Si se fijan en la historia de quien la escribió, entonces dejan de cumplir su función ¿no? Yo no escucharía una canción para saber qué le dolió a éste o al otro. Es como dicen en México, 'al que le quede el chalequito, que se lo quede'".

Bajo la trillada frase de que cada disco es un hijo, éste, tu décimo hijo sin contar a Manuela, ¿qué tanto lo quieres y cómo fue el parto?
"No hay adjetivo que valga, ja, ja, macho, es decir, fue muy doloroso escoger 10 canciones de 25 que un principio tenía. De ahí tuve que escoger 15, y de ahí 10. Y cuando ya me pidieron que escogiera el primer single, entonces sí dije, 'no puedo más'. De hecho creo que existe algo de injusticia en eso. Este disco está compuesto bajo una forma, es decir el título envuelve a los 10 temas, termina de contar la historia, es un concepto".

Retomando el título, El Tren de los Momentos, ¿en dónde se encuentra tu tren ahorita, en qué estación estás?
"Pues apenas estamos cargando el equipaje y los pasajeros. Va hacia todos lados y vamos a pasar por todos lados. Por donde quiera que haya una vía, por ahí voy a pasar".

De los pasajeros qué invitaste a este tren... Shakira, Juanes, Calle 13, ¿hay alguna admiración específica hacia ellos?
"Ellos no son pasajeros, son los maquinistas. Y Shakira es la dueña del tren, ja, ja. Hay mucho agradecimiento, admiración hacia su trabajo, su manera de trabajar, su música y a su persona. Y les tengo mucho cariño. El amor musical es algo muy bonito, el amor artístico, la hermandad artística. Eso le da un sentido a todo. Compartimos artistas la misma idea sin tener que preguntarnos cuántas líneas canta aquél o qué cantante canta qué"..

El patito feo y 5 preguntas tontas con Sanz

Cuando miras hacia atrás y escuchas "Viviendo de Prisa", ¿lo ves como al patito feo de la familia?
"No, para nada. Más que nada porque para el patito feo, los feos eran los demás.

Yo creo que en ese momento hice el mejor disco que podía hacer. Fíjate que si lo escuchas nuevamente, te darás cuenta que hay algo ahí diferente. La persona que me firmó para Warner, que ha sido la persona que más ha confiado en mí, y probablemente en la que más confío de la industria, él lo vio: él vio éso. Escuchó las maquetas que estaban grabadas con guitarra y voz, saturadas y con un sonido malísimo. Pero vio éso: el corazón... la verdad y como te decía, la verdad... la respiro".

5 preguntas tontas con Alejandro Sanz

1) ¿Cuál es tu lado naco?
"Ja, ja... ¿tiene qué ser rápido? Me gusta Laura de América...".

Eso me lo van a censurar...
"Yo lo sé, ja, ja, bueno pues también Casos de Familia, es tan naco, ja, ja".

2) ¿Cuál es tu mala palabra favorita?
"Chin... tu ma...".

3) ¿Con qué personaje de los Simpsons te identificas?
"Con el padre, con Homero, porque en el fondo va más allá de su casa, es el tipo más incomprendido de la serie, todo mundo 'ja, ja, ja, ja', pero... la procesión va por dentro".

4) Confiesa qué telenovela o culebrón viste...
"Ahí sí que ni una. Nunca me he enganchado con ninguna. Pero de series de TV... Alias".

5) ¿Qué discos le has agregado a tu iPod?
"Le agregué uno que me encantó y que recuperé hace poco de Leonard Cohen, que se llama Ten New Songs, es buenísimo".

Ahora que decías lo de Homero, en una canción de tu disco que se llama En la Planta de los Pies, hay una frase que me gustó mucho que dice "ya te habrás dado cuenta que yo no hago cosas normales"... ¿qué es lo anormal de Alejandro?
"Bueno, ¿qué es lo anormal en los demás no?, No lo que pasa es que no me gusta.. no llevo una vida convencional, no me gustan los horarios, las oficinas, me gusta que se aparezcan en mi casa, despertarme a las 3 am... ponerme a pintar, luego irme a bañar y escribir una canción".



En el 'cuarto de las palabras'

Al terminar el tiempo concedido por la disquera para platicar con Álex, las cámaras se apagan, pero él nos invita a descubrir su cuarto. "Te quiero mostrar algo", dice, a pesar de que todavía hay varios en fila esperando platicar con él.

Detrás de su casa, una escalera nos lleva a su cuarto sagrado. "Este es el salón de las palabras, aquí es donde me inspiro para componer". Es un cuarto repleto de fotografías de su hija Manuela, de dibujos hechos por ella, y en todas sus paredes, autógrafos y dedicatorias de todos los que han compartido momentos en la casa de Álex: desde Shakira y Gustavo Cerati, hasta Julieta Venegas, Miguel Bosé y recientemente su tocayo de Maná, que también participa en el disco.

Es el espacio más íntimo de su casa. Ahí, tiene una fotografía en la que se encuentra con el legendario Prince. "Me lo presentó tu paisana Salma, ¿cómo ves?", dice con orgullo. Extiende la mano y da un cálido apretón. "Gracias por recibirnos en tu casa, Álex"... "El placer es mío", concluye.


1 comentario:

Juana Maria dijo...

Alejandro es mi cantante favorito gracias por compartir estas cosas que tanto le gustan, lo hace mas humano ante mi